Manuel Valbuena
Manuel Valbuena es un ejemplo
vivo de que la edad no tiene lÃmites,
tiene 70 años y hace 120
abdominales sin parar colgado de
la pared boca abajo; eleva del suelo
una barra de pesas de 235 kilos;
levanta 100 kilos de acero 24 veces
seguidas en press de banca.
Pero su mayor exhibición la realizó
en 1976, cuando fue uno de los
lÃderes sindicales que pusieron a
decenas de miles de obreros
madrileños en huelga
en 1976, cuando fue uno de los
lÃderes sindicales que pusieron a
decenas de miles de obreros
madrileños en huelga
contra el régimen franquista.
Valbuena cuenta su historia en el gimnasio
del polideportivo de Casarrubuelos, un pequeño pueblo cerca de Parla. Va embutido en un traje de asas de una pieza, cortado por los muslos, y bufa cada poco como un bisonte en reposo.
Nacido en Vallecas en 1943, Valbuena ha vivido dos vidas en una. En su etapa sindical coordinó con otros 13 lÃderes obreros uno de los mayores actos de insumisión del pueblo español durante el régimen franquista: la huelga del invierno de 1976.
ganando tÃtulos que lo sitúan como
uno de los mayores forzudos senior
de la actualidad.
Una doble vida que llevará al celuloide Diego Hurtado de Mendoza, joven documentalista madrileño."Entreno durante meses hasta dejar la piel
fina como una pelÃcula"
Su carrera deportiva arrancó en 1990.
Las purgas de poder emponzoñaban las organizaciones en las que se habÃa
dejado la piel -el sindicato Comisiones
Obreras y el Partido Comunista de España
y Valbuena, desilusionado, se quitó del
medio.
Con 49 años aceptó un plan de jubilación de su empresa, la fábrica telefónica Standard Electric, donde habÃa trabajado desde los 18 años de matricero (creador de moldes para piezas en serie), y quedó sumido en un duro letargo. "ComÃa, bebÃa y fumaba a discreción.
Con 49 años aceptó un plan de jubilación de su empresa, la fábrica telefónica Standard Electric, donde habÃa trabajado desde los 18 años de matricero (creador de moldes para piezas en serie), y quedó sumido en un duro letargo. "ComÃa, bebÃa y fumaba a discreción.
Mi médico me dio un ultimátum. Reaccioné y me apunté al gimnasio. En tres años ya estaba compitiendo", resume el hercúleo Manuel.
Veinte años más tarde, él es el monitor del gimnasio (cuyas paredes están parcheadas con fotografÃas de sus triunfos deportivos) y todo su mundo gira entorno a máquinas, músculos y un arsenal de botes de pÃldoras y polvos para crecer más y más fuerte. Nada que ver con los tiempos del puño en alto, de las noches de reuniones clandestinas y de las asambleas parisienses bajo el nombre falso de José: "Me lo puse por José Stalin, que para mà era un Dios", reconoce Valbuena con cierto bochorno.
Ahora prepara el próximo campeonato del mundo, a mediados de noviembre en Polonia. Ya está en marcha la dieta para afilar cuádriceps, trÃceps, bÃceps y gemelos. Un tótum revolútum diario de claras de huevo, batidos de proteÃnas y cantidades minuciosamente calibradas de pollo y arroz desaboridos, todo aliñado con horas de acero. "Asà durante cuatro meses hasta dejar la piel como una pelÃcula que transparenta los músculos", concreta Valbuena, que este año ha abierto otro frente deportivo, el body-fitness de pareja. La prueba, en la tele del gimnasio: un vÃdeo en el que el culturista acompaña los pasos de la bailarina Aroa Cano al son del Lago de los cisnes de Chaikovski.
Esta energÃa es la misma que ponÃa cuando lideraba a los obreros de Standard Eléctrica. Como topo del Partido Comunista en el sindicato vertical de la empresa -el órgano con que el régimen controlaba a los obreros desde dentro-, arrastró en 1976 a la huelga a 21.000 de sus compañeros de trabajo y coordinó con otros 13 sindicalistas una huelga general que paró Madrid durante dÃas, impulsó la libertad sindical y propició la unión de la oposición democrática al franquismo.
Una conquista que Valbuena ve diluirse con amargura. Retoma el susurro clandestino de los setenta y desliza una frase de su padre, sindicalista en la República, para dar razón del apocamiento actual del movimiento sindical: "Hijo mÃo, los obreros tenemos que mantener a los sindicatos; si no, otros los mantendrán por nosotros...".
En las preguntas que hacen quienes visitan el blog hay una que se repite con frecuencia, ¿hasta que edad se puede entrenar con pesas?. También hay muchÃsimos comentarios en donde se toma la edad y el estilo de vida sedentario como motivos para no hacer ejercicios.
No hay una respuesta válida para todos porque dependerá en cada caso del estado de salud personal y de las ganas que realmente se tengan de dejar de lado los malos hábitos, para comenzar a cultivar un cuerpo musculoso.
Algunos dirán que no es posible, por eso les quiero hablar de Manuel Valbuena culturista y powerlifter, ocho veces campeón de España y récord nacional de press de banca en las modalidades de fuerza y resistencia al mover 175 kg.
Manuel nació en 1943 en Paterna, España; su edad no le impide dedicarse al fisioculturismo en cuerpo y alma, al contrario, ya que asegura que no va con él “estar sentado en un banco, con el garrote y mirando al infinito”.
El abuelo culturista como le dicen, mide 1,65 mts y pesa 89 kg de pura fibra. Se apuntó al gimnasio a los 47 años debido al considerable sobrepeso que tenÃa. Empezó siendo el más gordo y el más viejo del gimnasio y a los cinco años ya era el más fuerte. Según dice, “antes era sindicalista, hasta que cerré la ventanilla y comencé a dedicarme a las pesas”.
En su etapa sindical, Valbuena coordinó con otros 13 lÃderes obreros uno de los mayores actos de insumisión del pueblo español durante el régimen franquista: la huelga del invierno de 1976. De culturista ha viajado por el mundo ganando tÃtulos que lo sitúan como uno de los mayores forzudos senior de la actualidad.
Espero que Manuel sea para muchos el incentivo que necesitan para comenzar a moverse, dejar de lado el pesimismo y comenzar a trabajar para ser mas saludables.
Manuel Valbuena fallece a causa de un accidente de trafico, hoy dÃa 28 de Marzo del 2016, desde aquà mi mas sentido pésame a su familia y que descanse en paz campeón.