Problemas de los carbohidratos de alto IG


Problemas ocasionados por los alimentos de alto IG                                              

En primer lugar, al aumentar rápidamente el nivel de glucosa 
en sangre se segrega insulina 
en grandes cantidades, pero 
como las células no pueden
quemar adecuadamente toda 

la glucosa, el metabolismo de 
las grasas se activa y comienza 
a transformarla en grasas
Estas grasas se almacenan en 
las células del tejido adiposo. 

Nuestro código genético está programado de esta manera 
para permitirnos sobrevivir 
mejor a los períodos de 
escasez de alimentos.

Posteriormente, toda esa insulina que hemos segregado consigue que el azúcar
abandone la corriente sanguínea y, dos o tres horas después, el azúcar en sangre cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia. Cuando esto sucede, el funcionamiento de nuestro cuerpo y el de nuestra cabeza no están a la par, y sentimos la necesidad de devorar más alimentos. Si volvemos a comer más carbohidratos, para calmar la sensación de hambre ocasionada por la rápida bajada de la glucosa, volvemos a segregar otra gran dosis de insulina, y así entramos en un círculo vicioso que se repetirá una y otra vez cada pocas horas.

El problema es que la hipoglucemia relativa que se produce o de rebote hará que se degrade el Glucógeno muscular para normalizar la glucemia con el consiguiente catabolismo muscular y disminución del Rendimiento deportivo, además esto se acompaña de liberación de Catecolaminas (Adrenalina y Noradrenalina) con la aparición de taquicardia, ansiedad y nerviosismo lo que empeora el panorama ya que puede confundirse con el “miedo escénico”

Este proceso relacionado con los cambios en la glucémia se le aplica al ganado
para conseguir un engorde artificial a base de suministrarle dosis periódicas de
insulina. De hecho, algunos científicos han llamado a la insulina “la hormona del
hambre”.

Conclusión


Si no quieres estar gordo y que tu cuerpo funcione correctamente, debes ingerir
en la mayoría de ocasiones carbohidratos de bajo o medio índice glucémico, preferiblemente bajo, así como baja carga glucémica. Solo hay dos momentos donde podemos consumir hidratos de alto índice glucémico, que son después de entrenar y al levantarte, que son los momentos más catabólicos del cuerpo y es cuando necesita un aporte rápido de energía, pero siempre, ligados con los de medio o bajo índice.
Culturismototal: Eduardo Domínguez


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